jueves, 14 de febrero de 2019

ADIVINA, ADIVINANZA

 Adivina , adivinanza ¿cuál es el día del año que odian los solteros?
¿De qué órgano del cuerpo humano se llenan los escaparates estos días?
   Adivina , adivinanza ¿qué santo, mártir, nos tortura a los que pensamos que "yo se lo demuestro mejor cualquier otro día" ?
   Adivina , adivinanza ¿quién es el bebe de Venus y de Júpiter , armado con flechas , que representa el enamoramiento ciego?
    ¿Qué es capaz de volvernos tontos, sin sentido, sordos y locos cuando casi no sabemos de nada, desquiciar a quien nos rodea y hacernos sentir lo peor y lo mejor?
  
   ¿Qué palabra rima con adivinanza que, cuando se espera, se alcanza?
   Alegre como un payaso, manso como un ganso, orienta mi camino, rápido y sin sentido.

  Adivina , adivinanza sufro cuando no te veo y palpita mi corazón. El pulso se me altera y me lleno de pasión ¿qué es?
   Adivina , adivinanza ¿qué es lo que sólo la familia te puede dar?

LEER PARA OBTENER RESPUESTAS

El aluvión que nos invade me hace sólo pensar en mis amigos solteros. Que están saturados y siempre se encuentran con el gracioso de turno , bromista sin sentido el 14 de Febrero.
San Valentín, que fue mártir por casar parejas jóvenes, aparece hasta en los anuncios de galletas. Uff, qué pereza y qué poco originales.
Y ¿no es mejor hacer demostraciones amorosas cualquier otro día? ¿Nos tienen que decir también cuando? Pues cuando te salga realmente del corazón. Y ¿si ese día no estoy para besar a nadie?
¿Puedes apartar de mi ese angelote en pañales? Cupido nos trastorna cuando tenemos 15 años , se nos pone cara de pánfilos (con acné, encima) y nadie sabe explicarnos que , lo verdaderamente bonito, viene después.
--"¿Puedo ir con mi pareja de cena romántica cualquier otro día?"
--¡ DEBES !

Cupido tenía un medio hermano , Anteros, que representaba la pasión y el amor correspondido.
        Ese es el que voy a celebrar yo. El enamoramiento atonta y la pasión te hace crecer.

¡AY , EL AMOR! (teatralmente aquí iría un suspiro)

Esos corazones rojos que vemos estos días por todas partes.... Por cierto, mi hija,de pequeña,se creía que el corazón humano era así, como el de los dibujos, y tendríais que haber visto su cara cuando me enseñó el de verdad, con sus venas y arterias...La realidad nos cae a plomo, en todo y desde niños.

El día de San Valentín, en muchos países, también se celebra el día de la amistad. Y esta opción me gusta más porque vale para pequeños y mayores. ¿Y si nos juntamos las amiguitas y celebramos San Valentín? Y ¿un buen picoteo y un peliculón romántico, de los de llorar ? Así no habrá que dar explicaciones de nuestros amores y brindaremos por nuestra amistad.
  Para el romanticismo, cualquier día. En lo pequeño y en lo del día a día. Una notita con un "buenos días"puede valer. Y besar, con sentimiento, a diario.
Cuidar a vuestro amor, como si fuera de cristal, como a vuestro mayor tesoro, pero cada día y sin presiones publicitarias.
Que si tengo que llenar la casa de corazoncitos y flores, la lleno, pero...¿qué necesidad hay?

Hay un trabalenguas que a mis niños les chifla oír:
             Quiero y no quiero querer a quien no queriendo quiero.He querido sin querer y sigo sin querer queriendo. Si porque tú me quieres quieres que te quiera más, te quiero más que me quieres, ¿qué más quieres? ¿quiéres más? .
UN AMOR INCONDICIONAL es lo que sólo tu familia te puede dar
LA PASIÓN mueve montañas
Todo se puede con Amor
THE STORY: Una canción de amor incondicional

y más en www.mamapeloton.es/

LAS CANICAS



El patio del colegio, es un mundo apasionante. Quién no recuerda, para bien ó para mal, el patio de su colegio. El recreo puede unir a amigos hasta el infinito y, también, sacar lo peor de cada uno. En el colegio de mis hijos, un grupo de padres generosos, han pintado en el suelo juegos tradicionales, rayuelas, circuitos…y en educación física se salta a la comba. El patio vuelve a ser cómo cuando los cuarentones éramos pequeños. Se juega a la goma, suenan canciones para saltar la cuerda, los que corren es por el balón prisionero, ruedan peonzas de todos los colores y tamaños y se ganan y pierden canicas, sí canicas. Un mundo apasionante.
Canicas, boliches, bochas, chivas, maras, cachinas, cayucos, balas, mables…miles de nombres tienen según el país donde se juegue.
Y es que su origen, aunque nos parezca increíble, se remonta al Antiguo Egipto. Se han encontrado canicas presentes en la tumba de un niño egipcio de alrededor del año 3000 a.C. En la Antigua Roma era un juego muy popular.
Y en el siglo XXI, siguen rodando por los patios, y por debajo del sofá de mi casa.
No sé como surgiría en el colegio de mis hijos, quién fue el primero que llevó canicas, pero un día, mi hijo pequeño me dijo:”yo quiero tener canicas”. Casualmente, tengo un jarrón con piedras de colores y canicas (que para adornar también se han utilizado mucho) y del jarrón, como por arte de magia, salieron canicas multicolor para estupefacción del benjamín. Su cara, en ese momento, puede ser reflejo fiel, de “flipo con mi madre” o “es el mejor día de mi vida”.
Canicas de colores que tienen diferentes nombres. Petrolera si es de colores opacos, Ojos de gato,  con un diseño amarillo en el centro, como un ojo, Martas, blancas con colores matizados, Trébol, transparente con tres pinceladas en su interior, Agüita, de vidrio, sin adornos .
Y se puede jugar de muchas maneras, según el país donde estemos. Lo que hay es que dejar las normas claras en un principio. La habilidad y la puntería son fundamentales.
Aquí podéis ver ejemplos de cómo se juega, por si nunca jugaste, se te olvidó o quieres enseñarle a algún niño. "como jugar"
Mucha precaución con los más pequeños. Siempre vigilantes, adultos responsables.
Y se ganan y pierden canicas, perdidas porque un contrincante te ha superado, porque te las has apostado o porque, le diste fuerte y nunca más se supo de ella. Igual crean algún conflicto, pero nada que no pueda haber pasado desde años inmemoriales.
 Los niños deben aprender a solucionar esas cosas, deben responsabilizarse de “sus canicas”. Yo, mi norma básica exigida es que nunca tenga que llamarles la atención un profesor, en clase, por las canicas.
Si uno de mis hijos le quita una canica al otro, el lío está asegurado. Pero si le gana una canica…son las reglas del juego. Eso es lo que deben aprender a gestionar.
Son juegos de niños, de niños de toda la vida, de antes, de ahora, de los del Antiguo Egipto y de los españoles de menos de doce años, en 2019.
Ahora vuelven a traer los pantalones sucios de jugar en el suelo, les ilusiona un juego que también ilusionó a sus padres y los abuelos les cuentan sus historias con canicas mientras los niños alucinan de que existieran canicas hace tanto (bendita inocencia)
Voy a regalar canicas, tirarme al suelo a ganar ó perder alguna para volver a llenar el jarrón.
Nada es tan nuevo como parece, y mucho menos LAS CANICAS






MI CEREBRO ES UN BOTE DE PURPURINA





Llegando al final de Enero toca recapacitar. Superados los estragos de la Navidad, comenzando un nuevo año, con un año más, toca parar, respirar hondo y plantearse el año.
Y la vida social de mi hija ha hecho que conozca mejor a Rosa, otra madre estupenda. Ella hace mindfulness con los niños de sexto de primaria en el cole y nos ha juntado a unas cuantas amigas para meditar. No puedo estar más contenta.

A diario, desde que nos levantamos, hay miles de estímulos a nuestro alrededor. Ya, casi nadie, desayuna sin mirar el teléfono, los mails, las noticias. Nadie saborea el café como se merece. Y una avalancha de ideas, pensamientos, preguntas, miedos, llegan a nuestra mente, constantemente. Así hacemos que nuestro cuerpo esté continuamente en estado de alerta, en tensión. Pero es nuestra mente y nuestro ser debe salir, de vez en cuando, de ese estado imposible que nos lleva al estrés y con él otras posibles dolencias. A mí el cuello se me queda rígido y me mareo. Es tensional por culpa de mi mente, de ese continuo bullir de mi cabeza.
Y me pierdo la realidad. Dejamos de ser conscientes de lo que hacemos, vamos como zombies sin disfrutar de nada.

El mindfulness, también llamado atención plena o conciencia plena, consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar.
Es “vivir el momento”, prestar atención.
Parece que vamos tan deprisa en todo, que pararnos a tomar un respiro es una pérdida de tiempo. Nada más lejos de la realidad. Y si paramos, respiramos, estamos ayudando a nuestro cerebro.
 Esto es quizás muy largo de explicar. Pero lo que es muy fácil es buscar aquellos momentos que nos hagan sonreír, conversar con los que queremos siendo plenamente conscientes, sin juzgar, sin dejar que nuestra mente nos ataque con pensamientos, simplemente escuchar, disfrutar de la conversación, de ese paseo, de esa comida. Y estar atento a lo que hacemos, disfrutarlo.

Nuestras hormonas de la “felicidad” se pondrán en funcionamiento. Es el primer paso para atacar el estrés. Pongámonos en modo niño. Seamos exploradores. Es posible que podamos disfrutar y mucho, de cada momento y dejemos la ansiedad a un lado.
Estos niños del vídeo os lo van a explicar muy bien.
 https://youtu.be/lnDifgPuhHI
Gracias Rosa por ayudarnos a “prestar atención” a tomar el control y tomarnos un respiro.
Os invito a probar
Tenemos más de 60.000 pensamientos al día y la mayoría son negativos. ¿ Merece la pena? ¿No será mejor para nuestro cuerpo parar a respirar?
Y como has visto en el video, mi cerebro es un frasco de purpurina

CARTA DE UNA MADRE A LOS REYES MAGOS




Queridos Reyes Magos:
No llego tarde ¿verdad? Hace muchos años que no recibís noticias y peticiones mías. Pero este año es diferente. Puede que haya una niña en mi casa que esté perdiendo la inocencia y no hace más que ponerme a prueba. Me ha obligado a escribir para dar credibilidad a su propia carta. Esta no es la misiva que he tenido que enseñar en mi casa, pero esta es completamente sincera.
He sido buena, en general, intento cumplir con mis obligaciones con alegría y devoción a los míos. Pero no me lo ponen nada fácil, así que hago esfuerzos de madre (magia y adivinación, según mi hijo) y solemos salir indemnes y contentos.
Normalmente suelo pediros alguna sorpresa que los niños incluyen en sus cartas, pero este año necesito que no acabe la magia. Algún truco, por favor, para que nos ilusionemos todos.Se me están acabando las ideas. Cuando eran pequeños todo era más fácil.
A Javier, de 8 años, casi le hemos tenido que sonsacar lo que quería, porque como los Reyes son Magos…no hacía falta escribirlo. Y como hemos visto tantos pajes reales y Reyes diferentes, ha llegado a la conclusión que hay muchos pajes disfrazados, nadie sabe quiénes son los auténticos reyes, juegan a despistar, “son como los espías de las pelis”. Bendita imaginación.
Alicia, con 11 años, no sabe ni lo que creer. Por un lado duda de lo que se cuenta en casa pero no quiere dar crédito al máximo de habladurías de corrillo en su patio y amistades. Total, me observa con recelo, sospecha de cualquier salida de casa no prevista de alguno de sus progenitores, y juega constantemente con su hermano al escondite por casa. Creo que lo hace para, según busca al pequeño, mirar escondrijos posibles para regalos.
Este año, creo que no me pillan, pero ando de puntillas y hago gestos constantes a amigos y familiares para mantener a salvo el secreto. Agotador todo.
Y quiero que me traigáis, por favor, urgente, un bote de energías, para no decaer. Y música para bailar y vitaminas para no enfermar, que no tengo tiempo de estar mala.
Realmente no quiero que se acabe la ilusión. Y los nervios. Porque entre los suyos, los míos los de si me falta algo y los de esconder, repartir, equilibrar sin pasarse e intentar sorprender. Añadiendo “os voy a despertar prontísimo porque no creo que sea capaz de dormir”, que aseguró el pequeño ayer ya… Bueno, los nervios que sean menos, por favor.
Queridos Reyes, llegais justo al final de un período navideño intenso y vacacional. Pero final, final. ¿No os habéis planteado llegar unos días antes? Ya sé que la tradición es así pero ahora entiendo a quién se decanta por Papá Noel.
Tranquilos, en mi casa eso no va a pasar. Adoro a Baltasar, sobre todo.
Voy a salir de mi escondite.
Os espero con un ojo abierto y el otro cerrado
Dejaré bombones por “esos momentos de capricho” y galletas (que tendré que comer o mordisquear.
Tranquilos, conmigo vuestro secreto está a salvo.
Con cariño y devoción
Cinta
PD: No os olvidéis de un tarro grande de paciencia, por favor, para cercanos y extraños.





EL SILENCIO, ESE GRAN DESCONOCIDO



Según la Real Academia de la Lengua Española dícese de la "FALTA DE RUIDO"
Yo tengo unas cuantas definiciones aplicadas al día a día que compartiréis seguro conmigo.

En mi mundo laboral, la radio, el Silencio, no es sólo falta de ruido. Un segundo de silencio, puede incluso ambientar algo que se esté contando. Es un impás para que empiece otra cosa o incluso es la señal para hacer una y mil conexiones entre emisoras, estudios y ordenadores unidos virtualmente en este mundo tecnológico.
2 segundos de silencio no parece nada ¿verdad? Pues en mi trabajo hace que personas se asusten, hagan callar para comprobar qué se oye, alguno de un grito y otro ponga cara de uf, que susto
Hay amigo, pero 3 segundos, eso es demasiado. Saltan alarmas y se encienden luces rojas. Ya no os cuento más de tres.... satélites que no encuentran señal , jefes preguntando el por qué y mil y una explicaciones que dar. Contando también que cientos y cientos de personas creen que su "transistor" no funciona bien.

En mi mundo de andar por casa hay otros tipos de Silencio.
El silencio cuando te hacen una pregunta, que es silencio pero estás pensando qué contestar , o para explicarte bien , o para no decir cosas que puedan llevarte a confusión o decir algo de lo que te puedas arrepentir. O el silencio de el de la callada por respuesta que suele sentar fatal

Silencio, del bonito, es el bucólico. El silencio del bosque, de cuando estas en el campo y no es silencio total, porque siempre se oye ó el viento o un animalillo o un crujir de la naturaleza. Yo de este sé poco porque si voy al campo es con niños normalmente y es impensable que oigamos más que sus voces, todo el rato.

Cuando los niños eran bebes, el silencio que se creaba en la casa cuando: "por fin se ha dormido". Era casi fingido porque realmente era porque estabas andando de puntillas, la televisión estaba a un volumen inaudible y si tenias que hablar era lo imprescindible y susurrando. No, este fue pasajero.

Si estás con los niños en casa, existe el Silencio de¡¡ "Dios Mío oigo mis propios pensamientos!!" y entonces, tienes que ir corriendo a mirar. Están haciendo una trastada fijo, o revolviendo algún cajón o tocando eso que saben que no se toca. 
También está el Silencio que se produce cuando llamas a alguno de tus hijos y nada, insistes y nada, te asustas, insistes y nada. Vas, le llamas estando a su lado y te mira como si fuera la primera vez que oye tu voz, como si todo formara parte sólo de tu imaginación y con esa cara de...me estaba ignorando. Mi voz no es audible para menores de edad (y a veces para mayores tampoco) Ese es el típico silencio que odiamos las madres. Pobrecitos, no son sordos, pero se lo hacen de bien....

Y mi silencio favorito, el que está infravalorado, es cuando ,después de un día agotador en el que has conseguido que no pudieran contigo las circunstancias varias a las que te has tenido que enfrentar, tienes todo preparado para mañana, medio recogido lo de hoy y vas apagando luces, te vas a la cama, todos están dormidos y decides tumbarte y coger un libro para leer y te das cuenta ¡oh milagro! que no se oye nada,  nada ,respiraciones como mucho. Y suspiras y piensas "prueba superada".
Que paz, puedo leer. Silencio. Este sí que sí.

Seguramente, como estas cansada no lees mucho, porque te entra un sueño.... Es relajación, amiga.
Y silencio. Y tienes que aprovecharlo al máximo porque nunca sabes lo que va a durar.. Ayuda a relajarse y a resetear los pensamientos. APROVÉCHALO